Hermandad del RescatadoLa Historia que acompaña a la Hermandad del Rescatado tiene su origen siglos antes de la fundación y erección canónica de ésta a mediados del siglo XX. Se trata de una corporación que nace en torno a la divina imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado, como así lo fueron las distintas asociaciones extintas que dieron culto durante casi dos siglos desde la llegada a Córdoba del Señor en 1713, tras ser gubiada por el imaginero granadino Fernando Ruiz Díaz de Pacheco.

La existencia de tales asociaciones es extraída de libros de visitas generales del Obispado, del archivo de la Comunidad Trinitaria, o de los P.P. Claretianos, dada su larga estancia en el Convento, y que terminan por explicitar la existencia de varias de estas asociaciones.

Desde su llegada al Convento, la devoción del pueblo cordobés por esta imagen creció exponencialmente, de suerte que es posible evidenciar la creación de una Cofradía que administrara el culto a la bendita imagen del Nazareno Rescatado, aunque esta no fructificara, y desde mediados del siglo XVIII entrara en un periodo de decadencia causada por las ideas ilustradas de las que comenzaba a beber la Iglesia y que terminarían con ellas en 1743, año en que el obispo Cebrián prohibiese las celebraciones penitenciales.

En 1771 se tiene la primera constancia de Hermandad, incluida en el Informe sobre las Cofradías y Fiestas Religiosas que el Conde de Aranda solicita al Consejo de Córdoba. Pese a estar incluida, en el Informe se comenta la decadencia de la Cofradía, así como su falta de gobierno, y, por ende, la asunción del Culto por parte de la Comunidad Trinitaria; no realizando siquiera Estación de Penitencia. Ya a fines del siglo XVIII, en un segundo informe, no se nombraba a la Hermandad.

Hermandad del RescatadoSi ya la cofradía acarreaba una seria debacle en el siglo anterior, la Primera Mitad del Siglo XIX, marcada por la Guerra de la Independencia, supondría un duro golpe para la extinta Hermandad. El Convento de Nuestra Señora de Gracia y San Eulogio, donde recibía culto la Imagen, fue clausurado y la imagen trasladada a otro Templo. De otra, el Decreto del Obispo de Trevilla, que redujo sustancialmente la presencia de Cofradías y Procesiones, influenciado por su ideario Ilustrado, supuso que, durante varios años, la Semana Santa de Córdoba se sumiera en un largo aletargamiento.

A mediados del Siglo XIX, durante el Reinado de Isabel II de España, las cofradías vivirán un despertar propiciado por el Concordato Firmado por Bravo Murillo y la Santa Sede. El Ayuntamiento se encargaría de las posteriores Procesiones Oficiales del Santo Entierro.

Tras los años de aletargamiento que vivió nuestra Semana Mayor, se vuelven a tener noticias sobre la imagen de Jesús Rescatado, destacando que, pese a la ausencia de hermandad, la devoción de Córdoba por esta imagen permanecería incólume, manteniéndose en el tiempo.

La extinta Hermandad del Buen Suceso y Ángeles, por mediación del Alcalde de Córdoba, solicitaría al Párroco de San Lorenzo el permiso para procesionar con la imagen del Redentor en la Procesión del Santo Entierro, lo que se repetiría en el año siguiente.

Dos años después, al no existir Hermandad, D. Juan Pérez acude a título personal, y no como representante de la Hermandad, en representación de la imagen de Jesús Rescatado, a una reunión celebrada en el Ayuntamiento preparatoria para la Procesión del Santo Entierro del Viernes Santo.

Hermandad del Rescatado

Ya a fines del Reinado de Isabel II, se vuelven a tener datos de una Hermandad de Jesús Rescatado, o de Jesús Preso, que organizaría su participación en el cortejo del Santo Entierro de los años 1864 a 1868; y una vez destronada la Reina Isabel, en el Sexenio Democrático, con el acontecimiento de una nueva desaparición de la Semana Santa Cordobesa, no se tienen indicios siquiera de la presencia del Rescatado en la procesión del Santo Entierro que se celebrara en 1872.

En el célebre libro de Paseos por Córdoba de D. Teodomiro Ramírez de Arellano, al referirse dentro del Barrio de San Lorenzo al Convento de Santa María de Gracia, narra como la Hdad del Rescatado se encuentra abocada a la disolución, no obstante, si se tiene constancia de una Procesión extraordinaria de acción de gracias junto a otras imágenes de otras Hermandades con motivo de la Inauguración del Pontificado de León XIII, el 22 de mayo del 1879.

Hermandad del RescatadoLa Hermandad del Rescatado por aquel entonces daría sus últimos coletazos, teniendo constancia de ello en las reuniones preparatorias de la Procesión del Santo Entierro hasta que, tras la semana Santa de 1886, se pierde todo indicio de Hermandad. No obstante, sí se tiene constancia de la cesión del paso de Jesús Rescatado a la Hermandad de la Expiración en 1922 para su Estación de Penitencia, dados los desperfectos que presentaba el paso procesional del crucificado de San Pablo.

Así, durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera, en la que se revitaliza la Semana Santa de Córdoba, se recupera la presencia del Señor en las procesiones del Santo Entierro, siendo en el año 1925, y, en 1928, cuando la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Calvario se hiciera cargo de la imagen del Rescatado para procesionar el Miércoles Santo, al carecer de Hermandad que le diera culto.

En la tercera década de este siglo, coincidiendo con la Segunda República y la consecuente Guerra Civil, la Semana Santa de Córdoba vive un nuevo periodo de latencia hasta que, una vez terminada la contienda civil, comienzan a surgir nuevas Hermandades en la ciudad que aportan un nuevo renacer de la Semana Santa, y que permanecen hasta nuestros días.

Hermandad del RescatadoDesde 1939, se tiene constancia de un grupo de devotos que se hace cargo de la Imagen del Nazareno Rescatado. El Diario “Azul” anunció la celebración de un Solemne Triduo en honor y gloria a Jesús Rescatado que culminaría el Primer Viernes de Marzo, además de la participación en la procesión del Santo Entierro del Viernes Santo, donde el Señor abriría el cortejo, y cuyo recorrido de regreso al templo discurriría por el Campo de la Merced, Isabel Losa, San Andrés, y el recorrido consiguiente hasta su sede canónica.

El 2 de agosto de 1941, dos años después, un grupo de devotos, entre los que se encontraban D. José García Vinuesa, D. Eusebio Cañas Ponce, D. Emilio Martínez y D. Manuel Ruiz Aguilar, con D. Francisco Fernández de Córdoba a la cabeza, remitirán al Obispo la solicitud de erección canónica de la actual Hermandad.

Es el 10 de agosto, siendo Obispo de Córdoba el Rvdo. Padre D. Adolfo Pérez Muñoz, cuando la Hermandad es erigida canónicamente en la que tantos años ha sido su sede canónica, la Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y San Eulogio, Convento de los Padres Trinitarios de Córdoba.

Entre los muchos objetivos que se propusieron los hermanos fundadores de la Hermandad, destacan la incorporación de una imagen de la Virgen María como titular mariana de la Hermandad, y la incorporación a los Desfiles Procesionales de la Semana Santa de Córdoba como entidad propia.

De tal modo, la Hermandad del Rescatado comienza a procesionar en la tarde-noche del 2 de abril de 1942, Jueves Santo, con un recorrido que llevaba al Señor hasta la Plaza de Capuchinos, para hacer estación ante Ntra. Señora de los Dolores Coronada, la “Señora de Córdoba”.  Procesionaría la Hermandad en el Jueves Santo hasta el año 1944, año de fundación de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba, y que movió a la Hermandad a trasladarse al Domingo de Ramos, jornada de la Semana Santa en la que ha procesionado ininterrumpidamente

Hermandad del Rescatado

La Imagen de María Santísima de la Amargura sería una realidad gracias a las manos de los imagineros cordobeses D. José Callejón Gutiérrez y D. Rafael Díaz Peno, quienes entregaron a la Hermandad la imagen de la Virgen en noviembre de 1942. Dicha incorporación conllevó una posterior reforma de los Estatutos de la Cofradía a fin de incluir en el título de esta a María Santísima de la Amargura en 1945.  María Santísima no procesionaría hasta el Domingo de Ramos de 1945, haciéndolo sobre un humilde paso sin palio.

Durante los siguientes años, la Hermandad asumiría el gasto de incrementar su escaso patrimonio, adquiriendo así equipos de nazareno, insignias y demás elementos para procesionar de forma digna. Gasto que sumiría a la cofradía en una pequeña crisis que provocó la dimisión del entonces Hermano Mayor, Francisco Fernández de Córdoba en 1948.

Hermandad del RescatadoNo obstante, de los comicios celebrados para elegir su sustituto en el cargo, resultó elegido Hermano Mayor Antonio Bejarano Nieto, miembro que lo fue de la anterior Junta de Gobierno, y en cuyo periodo de mandato se solventó la crisis que hubo de pasar la Hermandad.

Con la elección de D. Antonio Bejarano Nieto en 1948, se consolida la existencia de la Hermandad, y en su mandato se modifican los Estatutos y se nombran Hermanos de Honor a la Casa Ducal de Medinaceli, familia de la nobleza española que fue benefactora de la Hermandad.

Una vez concluido el primer mandato de Antonio Bejarano en 1955, D. Fernando Muñoz Moreno toma las riendas de la Hermandad, que entraba en la conocida como “Etapa de los Militares”, nombre que le vino por la vinculación que alcanzo la institución con las Fuerzas Armadas Locales. No solo por la profesión del Hermano Mayor, sino también por los nombramientos como Hermanos de Honor a la XVIII Promoción de la Academia de Mandos “José Antonio”, y Hermano Mayor Honorario al Regimiento de Infantería “La Reina N.º 2”.

De esta época data la donación de la Túnica de Sánchez Saco, o “de Torero”; y el estreno del antiguo Paso del Señor, dorado y tallado por D. Antonio Castillo Ariza.

La suerte de desperfectos que acarreaba el primitivo paso de María Santísima de la Amargura provocó que esta fuera privada de realizar Estación de Penitencia durante los ocho años siguientes a 1960.

Hermandad del RescatadoLa Época de los Militares culmina cuando en 1963, y hasta 1968, retoma el cargo de Hermano Mayor N.H.D. Antonio Bejarano Nieto. Durante estos años, dada la profesión de Bejarano, Jefe de Protocolo del Excmo. Ayuntamiento de Córdoba, y secretario personal de varios alcaldes, se suceden un buen número de nombramientos honoríficos.

Tras una intervención sobre la imagen de María Santísima de la Amargura efectuada por el artista cordobés D. Juan Martínez Cerrillo, la imagen vuelve a retomar su sitio en el Cortejo Procesional de la Cofradía, estrenando un paso de palio cuya orfebrería fue realizada por Talleres Angulo, y que, en lugar de palio bordado, fue realizado en la cordobesa técnica del Guadamecí. Este paso fue diseñado en su totalidad por el antes referido Martínez Cerrillo.

De este mandato destaca la elaboración y donación de la Túnica de Salida de Ntro. Padre Jesús Rescatado, donada por la Duquesa Viuda de Medinaceli, Dña. Concepción Rey; así como la concesión del nombre de la avenida Jesús Rescatado a la antes denominada Carretera de Ronda, como reconocimiento a la devoción de la ciudad de Córdoba a Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado.

En 1969, Bonoso Muñoz Santiago, quien ostentara hasta su muerte la distinción de Hermano Mayor de Honor de la Cofradía, accedió al cargo de Hermano Mayor. Durante su mandato, se siguió completando el Paso de Palio de María Santísima de la Amargura.

D. Ángel Raya Martínez es elegido Hermano Mayor en 1972. Durante su mandato, la Cofradía ve como el Paso de Palio de la Virgen de la Amargura es completado en su totalidad, así como la confección de un buen número de Túnicas de Nazareno y la realización de atributos para el Guion Procesional.

De nuevo vuelve a tener lugar una nueva modificación en los Estatutos, aprobada por el Obispo Cirarda el 24 de agosto de 1975.

Hermandad del RescatadoYa en 1983, Rafael Martínez González del Campo asume el cargo de Hermano Mayor, con quien el cortejo de nazarenos de la Cofradía se vio aumentado exponencialmente.

De su etapa, destacan los actos celebrados con motivo del Cincuenta Aniversario de la Refundación de la Hermandad, entre los años 91 y 92, así como el notorio proceso de restauración de Ntro. Padre Jesús Nazareno Rescatado, efectuado en la Ciudad de Sevilla por el Restaurador D. Miguel Ángel Pérez Fernández.

El Cincuentenario de la Hermandad dejó imágenes para la historia de nuestra Cofradía y de nuestra Ciudad, como así lo fueron el pregón pronunciado por D. Antonio Miguel Capdevila Gómez, o el Pontifical celebrado en el Sagrario de la Santa Iglesia Catedral de la Asunción de Nuestra Señora de Córdoba, por el obispo Infantes Florido, así como la procesión extraordinaria de Ntro. Padre Jesús Nazareno Rescatado y de María Santísima de la Amargura por las calles de San Lorenzo, la Viñuela, Jesús Nazareno o Salesianos.

En 1993, es elegido por unanimidad como Hermano Mayor. D. José María de Lara Boti. Dos son los hitos más reseñables de su mandato: el montaje de una Caseta de Feria que supusiera una fuente de ingresos para la Cofradía; y la realización de un nuevo Paso Procesional para la Imagen de Ntro. Padre Jesús Nazareno Rescatado, al encontrarse el anterior deteriorado por el paso de los años. Este paso, además, supondría un notable cambio al tratarse que cambia las ruedas por costaleros. El proyecto y ejecución fue encargado al tallista Cordobés D. José Carlos Rubio Valverde.

Durante el Mandato de José María de Lara se refuerza el vínculo de unión con la Hermandad del Cristo de Gracia, y con la Comunidad Trinitaria, y se crea uno de los primeros grupos jóvenes de esta ciudad, el Grupo Joven de la Hermandad del Rescatado. Se busca también el enriquecimiento y la conservación del Patrimonio de la Cofradía.

Hermandad del RescatadoEn 1997 es elegido Hermano Mayor D. Juan Urbano Arias Sainz, quien fuera el primer capataz de Nuestro Padre Jesús Rescatado. Durante su mandato, se realizaron proyectos como son la terminación y dorado del Paso del Señor, la creación de un coro rociero, un taller de Costura y Bordados, del cual resultaron túnicas para el Señor, arreglo y creación de Sayas, y la potenciación del Mayo Cordobés con montaje de Cruz de Mayo y de Caseta de Feria. Se sientan las bases de la que sería una casa de Hermandad para nuestra corporación.

En abril de 2002, vuelve a ser elegido José María de Lara Boti, con la misión de crear una casa de Hermandad conjunta con la Hermandad del Cristo de Gracia. Tras su dimisión, accede al cargo D. Rafael Zurera Adán, conforme reza en los estatutos, convocándose varias elecciones sin concurso de candidatos hasta que salió elegido D. Rafael Pino Ariza. Hasta el traspaso de poderes, durante este breve mandato se realiza una nueva parihuela para el Paso de Palio de María Santísima de la Amargura, y el arreglo de las guías interiores de los Varales del palio, buscando dotar de un movimiento más elegante y natural al paso de Palio.

Una vez tomada posesión la Junta de Gobierno encabezada por Rafael Pino, se arrienda una casa en la calle María Auxiliadora que haría las veces de casa de Hermandad. Durante este mandato se quisieron desarrollar actividades de índole caritativa y social, actividades con el Grupo Joven o la asociación el Costal Viejo. Finalmente, se produce la dimisión del hasta entonces Hermano Mayor, pasando a dirigir la Cofradía D. José Claro Domínguez, desapareciendo la casa de Hermandad.

Virgen Amargura CórdobaEn junio de 2006, entra como Hermano Mayor Miguel Gallardo Arce. Durante su mandato, intenta estabilizarse la situación de la cofradía, se aprueba un régimen interno de funcionamiento de la cofradía y se incrementa el ajuar y patrimonio de los Sagrados Titulares. Destaca, además, la modificación del hábito nazareno, sustituyendo el tejido de raso por el terciopelo.

Tuvo lugar durante su mandato la celebración del III Centenario de la Hechura de Ntro. Padre Jesús Nazareno Rescatado, la celebración del Vía Crucis Magno de la Fe, presidiendo el Señor la II Estación del Vía Crucis del Beato Álvaro de Córdoba.

En 2016, tras la terminación del mandato de Miguel Gallardo Arce, es elegido Hermano Mayor D. Miguel Ángel Lopera Arias.

Durante su primer mandato, se busca la consolidación de las cuadrillas de costaleros, el incremento del número de nazarenos, un mayor esplendor en los montajes de cultos, y, sobre todo, con la dificultad que ello supuso, el alterar el orden de los Pasos en la Cofradía, volviendo a ocupar tras varias décadas María Santísima de la Amargura el último lugar en el cortejo, y Ntro. Padre Jesús Rescatado, el primer lugar.

Esta sustancial modificación ha traído consigo el incremento del número de nazarenos, así como la potenciación de los cultos externos de nuestra cofradía, con cada vez más participación de hermanos y devotos.

Durante este mandato se entablan mejores relaciones con la Parroquia y con la Hermandad del Cristo de Gracia, se potencia de nuevo la Caseta de Feria, y se abre mucho más la Hermandad a sus Hermanos, fomentando su participación en los actos que se organizan.

restauración rescatado de córdobaEn su segundo mandato, Miguel Ángel Lopera continúa ejerciendo el cargo de Hermano Mayor, mandato marcado por la pandemia del Covid-19, que provoco que hubiera que hacer frente a la suspensión del culto externo, de las procesiones de semana santa, y de la interposición de medidas de seguridad que dificultaban el normal desarrollo de los cultos y actos de la Hermandad.

Asimismo, en 2021, se plantea someter a Jesús Rescatado a un nuevo proceso de restauración y conservación, acometido por el taller Regespa de Córdoba, que devolvió a Jesús Rescatado todo el esplendor que los años habían ocultado. El regreso del Señor en noviembre de 2021 fue celebrado con un traslado desde Santa Marta, como ya ocurriera en 1991, y que llevó a Jesús Rescatado a visitar en su regreso la avenida que lleva su nombre, y a los vecinos que con devoción, lo esperaban tras los seis meses de ausencia que supusieron el proceso.

En marzo de 2022, se le concede a la Hermandad el título “Trinitaria”, por su vinculación con la Orden de la Santísima Trinidad y de los Cautivos, por lo que se aprueba el cambio de nombre de la Hermandad, incorporando el título concedido, y adaptándolo a las disposiciones que la iglesia preceptúa para la denominación de las Hermandades: “Ilustre, Piadosa y Trinitaria Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado y María Santísima de la Amargura.

El año 2022 supuso el regreso definitivo de las procesiones tras la pandemia, lo que se tradujo en la posibilidad de volver a realizar Estación de Penitencia a la Santa Iglesia Catedral en el tarde-noche del Domingo de Ramos.

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